martes, 25 de mayo de 2010

Alguna vez tuve (tengo o algo parecido) que me cambió (o eso sentí yo)... Sus razones tuvo, pero nunca lo justifiqué. Pasé un mes detestando que no corrigiera su error, detestando los lugares que me lo recordaban y destestandome a mí por ser tan tonta y dejar que pasara... Hasta que un día me di cuenta que no lo volvería a ver... o no con la misma frequencia.

Llegó el día en que me veo entre la espada y la pared... Pues es aqui donde un amigo, por su amigo, me ha pedido que mantengamos la distancia entre nosotros y, en realidad, no me siento lista para hacerlo. Para traicionarme a mí misma y a esa promesa que me hice de no lastimar a ningún amigo por un tercero y siendo aqui al revés... ¿es traicionarme igualmente? ¿Sería faltarme a mí misma y no respetarme? No quiero abandonar esa creencia porque recuerdo perfectamente el dolor las lágrimas y el sentimiento de abandono...

No quiero!!